SONS OF DEWITT COLONY TEXAS "A single drop of American blood weighs more, in our estimation, than the success of some battle." "...we shall fight against all those who oppose our just claims no matter who they are." Archives: Father Miguel Hidalgo Allende
to Hidalgo 31 Aug 1810
Allende to Hidalgo. 31 Aug 1810. Sn. Cura Dn. Migl. Hidalgo y Costilla. Sn. Mign. el Gre. Ago. 31/810. Esteemed Senor Cura: I arrived from Queretaro and have not been able to write to you because I found no messenger in whom I had confidence. On the 13th instant the anniversary of the conquest of Megico it was arranged that there would be public celebrations [in Queretaro] which lasted three days and we [Allende and Aldama], without paying any attention to them, went to the home of the Gonzalez family, where many important matters were discussed. It was decided to work with our intentions carefully concealed, since if the movement was openly revolutionary it would not be seconded by the general mass of the people, and Second Lieutenant Dn. Pedro Se[p]tien strengthened his stand saying that if the revolution was inevitable, as the Indians were indifferent to the word liberty, it was necessary to make them believe the insurrection was being accomplished only in order to help King Ferdinand. In the next meeting I am going to propose that we start the uprising at San Juan [de los Lagos] during the days of the fair, where without being at all unprepared we will pretend to be peaceful elements; but before the meeting I want to go to see you as soon as possible so that we may always work in agreement in this cause. I wish you good health and beg God to protect you and repeat myself your appreciative, affectionate and dependable servant who attentively kisses your hand. (Signed) Igno. de Allende sdct From the Archivo General de la Nación, Mexico City Hidalgo's Nine Laws to Avoid Disorder and Bloodshed, Undated Proclamation. 1. The seizure of Europeans is limited to laymen, and under no circumstances to Ecclesiastics except in the case of high treason. 2. The European be he prisoner or exempted who speaks freely against the object of our expedition, and who vents his anger with insulting expression, will be put to the sword; and the American runs the same risk. 3. The European who spontaneously surrenders to us will be treated with respect, assuring him the security of his life and wealth. 4. The European who resists with arms, shall be put to the sword. 5. When we are menaced by siege and combat, before engaging in it, and at the same time that we begin hostilities, we shall put the many Europeans who are in our hands to the sword. [This invalidates Article 3.] 6. The American, who defends the European with arms, shall be put to the sword. 7. The American who maliciously hides some European giving him aid to revolt, shall be put to the sword. 8. The American who simply through compassion conceals a European without telling our government, will suffer the pain of exile and the confiscation of his property. 9. The informer of any of the mentioned crimes, shall be rewarded with 500 pesos. sdct Reprinted in Hamill, The Hidalgo Revolt, 1960 Handbill Appeal to Creoles of San Luis Potosí. CRIOLLOS DE SAN LUIS: conviene prender todos los Gachupines. No os opongais al Cura de Dolores, Dios lo crio para catigo de estos Tiranos. Soldados de San Luis es preciso deste arrar de todo el Reyno á estos Ladrones disimulados. No les toqueis asus vidas pro que seria cubrir de oprobio vuestra nacion pero entregadlos al Cura de Dolores si queries ser Felices. CRIOLLOS OF SAN LUIS: it is in your interest for you to apprehend all the Gachupines. Do not oppose the Cura of Dolores. God raised him to castigate these Tyrants. Soldiers of San Luis it is necessary to banish these dissimulating Robbers from the entire Kingdom. Do not touch their lives because that would cover our nation with opprobrium. But deliver them to the Cura of Dolores if you want to live happily. sdct Reprinted in Hamill, The Hidalgo Revolt, 1960 Archbishop's Confirmation of Excommunication of Miguel Hildalgo, 24 Sep 1810. NOS DON FRANCISCO XAVIER DE LIZANA Y BEAUMONT, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Arzobispo de México, Caballero Gran Cruzdce la Real y Distinguida Orden Española de Cárlos III, de Consejo de S. M. &c. HABIENDO illegado á nuestra noticia, que varias personas de esta Ciudad de México y otras poblaciones del Arzobispado, disputan, y por ignorancia ó por malicia han llegado á afirmar no ser válida ni dimanar de autoridad legítima la declaracion de haber incurrido ó incurrir en excumunion las personas respectivamente nombradas é indicadas en el Edicto, que con fecha de 24 de Septiembre último expedió y mandó publicar el Illmó. Señor Don Manuel Abad Queipo, Canónigo Penitenciario de la Santa Iglesia de Valladolid, Obispo electo y Gobernador de aquel Obispado: siendo como son estas conversaciones y disputas sumamente perjudiciales á la quietud de las conciencias y del público por qualquiera parte que se miren; hemos tenido por necesario expedir el presente Edicto, por el qual hacemos saber, que dicha declaracion está hecha por Superior legítimo con entero arreglo á derecho, y que los fieles cristianos estan obligados en conciencia pena de pecado mortal, y de quedar excolmugados, á la observancia de to que la misma declaracion previene, la qual hacemos tambien Nos por to respectivo al territorio de nuestra jurisdiccion. Asimismo, y para cortar de raiz semetantes conversaciones, que no pueden dexar de ser semilla fecunda de diacordias, mandamos por el presente Edicto, pena de excomunion mayor ipso facto incurrenda, que no se dispute sobre la mencionada declaracion de excomunion hecha y publicada da por dicho Illmó. Señor Obispo electo y Gobernador de Obispado de Valladolid, previniendo á que sirve este Edicto de monicion, y que á mas de proceder contra los contraventores, daremos cuenta donde corresponda. Y para que illegue á noticia de todos y nadie pueda alegar ignorancia, mandamos que se publique el presente en todas las Iglesias de esta Ciudad y Arzobispado en dia festivo al tiempo del Ofertorio de la Misa conventual, y publicado se fixe en las puertas de las mismas. Dado en nuestro Palacio Arzobispal de la Ciudad de México, firmado de nuestra mano, sellado con el de nuestras Armas, y refrendado por nuestro infrascripto Sacretario de Cámara y Gobierno á once dias del mas de Octubre del año de mil ochocientos diez. Francisco Arzobispo de México. Pro mandado de S.e. Illma. el Arzobispo me Senor. Dr. D. Domingl Hernandez, Secretario sdct From The Sutro Branch, California State Library, San Francisco, CA (reprinted in Hamill, The Hidalgo Revolt, 1960) On the Sack of Guanajuato by a Royalist Criollo.
First page of a royalist Crillo's poem on the horrors of the sack of Guanajuato. Mexico City ca. Oct 1810. (From The Sutro Branch, California State Library, San Francisco, CA, reprinted in Hamill, The Hidalgo Revolt, 1960) Inquisition's Denunciation of Miguel Hidalgo, 13 October 1810. Nos Los Inquisidores Apostolicos Contra La Heretica Pravedad, y Apostasía, en la Cuidad de México, Estados, y Provincias de ésta Nueva España, Guatemala, Nicaragua, Islas Filipinas, sus Distritios y Jurisdicciones, por Autoridad Apostolica, Rea, y Ordinaria, &c. A vos el Br. Don Migeul Hidalgo y Costilla, Cura de la Congregacion de los Dolores en el Obispado de Michoacan, titulado Capitan General del Exército de los Insurgentes. Sabed, que ante nos parecio el Señor Inquisidor Fiscal de este Santo Oficio é hiso presentacion en forma de en Proceso, que tuvo principio en el año de 1800, y fué continuado á su instancia hasta el de 1809, el que resulta probado contra vos el delito de heregia, y apostasia de nuestra Santa Fé Catolica, y que sois en hombre, sedicioso, que habeis proferido, y procurado ensenar á otros; y han sido la regla constante de vuestras conversaciones, y conduta, y son en compendio Las siguentes. Negais, que Dios castiga en este mundo con penas temporales; La autenticidad de los lugares sagrados de que consta esta verdad; Habeis hablado con desprecio de los Papas, y del Govierno de la Iglesia, como manejado pro hombres ignorantes, de los quales, uno que acaso estaria en los infiernos, estaba canonizado. Asegurais, que ninun judio, que piense con jicio, se puede convertir, pues no consta la venida del Mesias; y negais la perpetual Virginidad de la Virgen MARIA: Adoptais la doctrina de Lutero en orden á la divina Eucaristia, y confesion auricular, negando la autenticidad de la Epistola de San Pablo á los de Corinto, y asegurando que la doctrina del Evangelio de este Sacramento, esta mal entendida, en quanto á que creemos la existencia de Jesucristo en el Teneis por inocente, y licita la Polucion, y fornicacion como efecto necesario, y consiguientes al mecanismo de la naturaleza, por cuyo error habeis sido tan libertimo, que hicisteis pacto con vuestra mascega de que os buecase mugeres para fornica, y que pasa lo mismo le buscariais á ella hombres, asegurandola, que no hay Infierno, ni Jesucristo; y finalmente, que sois tan sobervio, que decis, que no os habeis graduado de Doctor en esta Real Universidad pro ser su claustro una quadrilla de ignorantes: y dizo, que temiendo, o habiendo llegado á percibir, que estaabais denunciado al Santo Oficio, os ocultasteis con el velo de la vil hipocresia, de tal modo, que se aseguro en informe, que se tuvo por veridco, que estabais tan corregido, que habiais llegado al estado de un verdadero escrupuloso, con lo que habiais consguido suspender nuestro zelo, sufocar los clamores de la justicia, y que diesemos una tregua prudentea la observacion de vuestra conducta; pero que vuestra impiedad represada pro temor habi prorrumpido como un torrente de iniquidad en estos calamitos dias, poniendoos á la frente de una multitad de infelices, que habeis seducio, y declarando guerra á Dios, á su Santa Religion, y á la Patria: con una contradccion tan monstruosa, que predicando segun aseguran los papeles publicos, errores groseros contra la fe, alamais á los Pueblos para la sedicion con el grito de la Santa Religion, con el nombre, y devocion de Maria Santisma de Guadalupe, y con el de Fernando septima, nuestro deseado, y jaroado Rey; lo que alego en prueba de vuestra apostasia de la fe catolica, y pertinacia en el error; y ultimamente nos pido, que os citasemos pro Edicto, y bazo de la pen de Excomunion mayor os mandasemos, que comparecieseis en nuestra Audiencia en el termino de treinta dias pesemtorios, que se os enale pro termiso desde la fixacion de nuestro Edicto, pues de otro modo no es posible hacer la citacion personal. Y que circale dicho Edicto en todo el Reyno, para que todos sus fieles, y catolicos habitantes sepan, que los premotores de la sedicion, é independencia tiennen por Corifeo un Apostata de la relgion, á quien igualmente, que al Trono de Fernando septimo ha declarado la guerra. Y que en el caso de no comparecer se os siga la Causa en rebeldia, hast la relaxacion en Estatus. Y Nos visto su pedimento ser justo, y conforme á derecho, y la informacion, que contra vos se ha heco, sei del dicho delito de heregia, y apostasia, de que estais testificado, y de la vil hipocresia con que iludisteis nuestro zelo, y os habeis burlado de la misericordia del Santo Oficio, como de la imposibilidad de citaros personalmente por estar resguardado, y defendido del exercito de insurgentes, que habeis lebantado contra la religion, y la Patria, mandamos dar, y dimos esta neustra Carta de citacion, y llamamiento, por la qual os citamos, y llamamos, para que desde el dia que fuese introducida en los Pueblos, que habeis sublevado, hasta los treinta siguientes, leida, y publicada, en la Santa Iglesia Catedral de esta Ciudad, Parroquias, y Conventos, y en la de Valladolid, y Puebolos fielse de aquella Diocesis comarcarnos con los de veustra residencia, pareacais personalmente ante nos en la Sala de nuestra Audiencia á estar á derecho con dicho Señor Inquisidor Fiscal, y os oiremos, y guardaremos justicias en otra manera pasado el sobre dicho termino oiremos á dicho Señor Fiscal, y procederemos en la sausa sin mas citaros, ni llamaros, y se enteneran las siguientes providencias con los estrados de ella hasta la sentencia difinitiva, pronunuciacion, y execucion de ella inclusive, y os parara tanto perjuicio, como si en vuestra personal se notificasen. Y mandamos, que esta nuestra Carta se fixe en todas las Iglesias de nuestro distrito, y que ninguna persona la quite, resgue, ni chancele baxo de la pena de Excomunion mayor, y de quinientos pesos aplicados para gastos del Santo Oficio, y de las demas, que imponene el derecho Canonico, y Bulas? Apostolicas contra los Fautores De Herges; y declaramos incursos en el crimen de fautoria y en las sobre dichas penas á todas las personas sin excepcion, que aprueben vuestra sedicion, reciban vuestras Proclamas, namtengan vuestro trato, y correspondencia epistolar, y os presten qualquiera genero de ayuda, o favor, y á los que no denucien, y no obliguen á denunciar, á los que favorezcan veustras ideas rebolucionarias, y de qualesquiera modo las promueban, y propaguen, pues todas se dingen á derrocar el Trono, y el Altar, de lo que no desa dada la errada creencia, de que estais denunciado, y la triste experiencia de vuestros crueles procedimientos, muy iguales, á si como la doctrina; á los del perfido Luthero en Alemania. En testimonio de lo qual mandamos dar, y dimos la presente firmada de nuestros nombres, y sellada con el Sello del dicho Santo Oficio, y refrendada de uno de los Secreto de el Dada en la Inquisicion de Mexico, y Sala de nuestra Audiencia, á trece dias del mes de Octubre de mil ochocientos diez. Dr. D. Bernardo de Prado y Obejero (Original document in the Yale University Library, reprinted in Hamill, The Hidalgo Revolt, 1960) Miguel Hidalgo. Bando contra la
Esclavitud. Don José María de Ansorena, caballero, maestrante de la real ronda, alcalde ordinario de primero voto de esta ciudad, y su jurisdicción intendente, corregidor de esta provincia, brigadier y comandante de las armas. En puntual cumplimiento de las sabías y piadosas disposiciones del excelentísimo señor capitán general de la Nación Americana, doctor don Miguel Hidalgo y Costilla, de que ésta debe rendirle las más expresivas gracias por tan singulares beneficios, prevengó á todos los dueños de esclavos y esclavas, que luego, inmediatamente que llegue á su noticia esta plausible orden superior, los pongan en libertad, otorgándoles las necesarias escrituras de atala horria con las inserciones acostumbradas para que puedan tratar y contratar, comparecer en juicio, otorgar testamentos, codicilos y ejecutar las demás cosas que ejecutan y hacen las personas libres: y no haciendo así los citados dueños de esclavos y esclavas, sufrirán irremisiblemente la pena caiptal y confiscación de sus bienes. Bajo la misma igualmente se impone, no comprarán en lo secesivo ni venderán esclavo alguno, ni los escribanos, ya sean del número o reales, extenderán escrituras corrientes á este género de contratos, pena de suspensión de oficio y confiscación de bienes por no exigirla la humanidad, ni dictarle la misericordia. Es también el ánimo piadoso de su Excelencia quede totalmente abolida para siempre la paga de tributos para todo género de castas sean las que fueran para que ningán juez ni recaudador exigan esta pensión ni los miserables que antes las satisfacían las paguen, pues el ánimo del excelentisimo señor capitan general es beneficiar la Nación Americana en cuanto le sea posible. Asimismo prevengo á todos los administradores de las aduanas, receptores o gariteros, que á los naturales no les cobren derecho alguno por la raspa de magueyes ni por el fruto de pulques por ser personas miserables que con lo que trabajan apenas les alcanza para la manutención y subsitencia de sus familiares; ni tampoco cobrarán del aguardiente de caña más que un peso por cada barril que entrasen de las fábricas á la capital, y esto por una sola vez, de modo que teniendo que pasar los barriles de una á otras partes, en éstas no se exija cosa alguna, pues con el sólo primer peso cobrado, quedará satisfecha esta pension. En consequencia de los cuales se pasará á las aduanas de esta ciudad un tanto á las receptorías y garitas de su cargo para la debida inteligencia. Se previene á toda la plebe que si no cesa el saqueo y su aquietan, serán inmediatamente colgados, para lo que están preparadas cuatro horcas en la plaza mayor; prevengo á todo forastero que en el acto salgan de esta ciudad apercibidos que de no hacerlo, se aprenderán y remitirán por cordillera al ejercito. Y para que llegue notica á todos, y ninguno alegue ignorancia, mando se publique por bando que es hecho en Valladolid, a diez y nueve de octubre de mil ochocientos diez. Jose Maria de Ansorena. Por mandato de su Excelencia. José Guillermo Marocho. sdct Miguel Hidalgo, Edict Against Slavery. Mr. Jose Maria de Ansorena, gentleman, and jockey of the royal race track, municipal authority on the first vote of this city and its intended jurisdiction, lord of the province, brigadier and commander of arms. In punctual fulfillment of the wise and pious dispositions of His Excellency, Mr. Captain General of the Nation of America, Doctor don Miguel Hidalgo y Costilla, to the which the most gracious expression of thanks should be given for such singular benefits, shows forth that all slaveholders now, immediately upon receiving this plausible [wonderful?] notice from your superior; place in liberty, giving to each one necessary documents of atala horria with proper inserts, so that they may appear in court, give testimony, enter contracts and deal in all matters executing business that any other free person would conduct, and those known to be slaveholders that do not release therefore their slaves will suffer without excuse the death penalty, and also the confiscation of his properties. This order equally is now imposed upon all so that no one shall herewith purchase slaves in the future neither sale a slave, neither the secretaries [public officials] who record such public transactions, they must whatever that number may be, they shall extend property rights [to each slave] each to his particular class and contracts, and [if the public officials do not such] they shall be punished by removal of office and the confiscation of their goods, if they do not carry forth [this edict] with humanity and mercy. It is also the desire of His Excellency that all payment of tributes be abolished for the taxes placed upon the various castes, whatever has been the charge, so that no judge or tax collector charge these poor [miserables] We must thus satisfy them, because it is His Excellencies desire to reward the American Nations [Indians?] as far as it may be possible. And I hereby establish that all administrators of the customs houses, tax collectors and toll booth charges, that the "naturals" [Indian] will not be charged for their right to scrap the maguey plants [agave] for cactus beer, for they are indeed poor even while they work just barely to get along and exist with their families, neither should they be taxed for their liquor products of sugar cane more than one peso for each barrel that leaves their factories for the capital, one time to be taxed [not several taxing ports] for such work they move barrels around from place to place, do not require more of them, after they pay one peso this satisfies the need of the pension. As a consequence they shall pass customs houses of the city, toll houses with their cargo and making full declaration of their business. Be warned all common people that if the breaking and entering and robbing does not stop and things get quiet, those who do these things will be hung. For this there are now prepared 4 gallows in the city plaza. Strangers who try to leave the city without proper papers will be apprehended and given over to the army. And for this notice to reach all, and no one allege that he is ignorant, I order this edict to be published and made in Vallodolid [Morelia] on the 19th of Oct, of 1810. Jose Maria de Ansorena. By Order of his Excellency. Jose Guillermo Marocho. sdct Contributed by Tim Rovenstine Royalist poem regarding commission of the Virgin of Remedios as the Viceroy's Captain General 30 Oct 1810.
(From The Sutro Branch, California State Library, San Francisco, CA, reprinted in Hamill, The Hidalgo Revolt, 1960) Hidalgo's agrarian reform decree. DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA, Generalísimo de America, &c. Por el presente mando á los Jueces y Justicias del distrito de esta Capital, que immediatamente procedan á la recaudacion de less rentas vencidas hasta el dia, par los arrendatarios de las tierras pertenecientes á las Comunidades de los Nationales, para que enterandolas en la Caxa nacional se entreguen á los referidos Naturales less tierras para su cultivo, sin que para to subsesivo puedan arrendarse, pues es mi voluntad, que su goce sea unicamente de los Naturales en sus respectivos Pueblos. Dado en mi Quartel general de Guadalaxara á 5 de Diciembre de 1810. Miguel Hidalgo. Generalísimo de America. Por mandado de S. A. Lic. Ignacio Rayon. Secretario. From the Guadalajara press, 5 December 1810. (Now in The Yale University Library, reprinted in Hamill, The Hidalgo Revolt, 1960) DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA, Generalisimo of America, &c. By the present [document] I order the Judges and Justices of the district of this Capital to proceed immediately to the collection of rents due up to today, by the tenants of the lands pertaining to the Native Communities, so that being entered in the national Treasury the lands may be delivered to the said Natives for their cultivation, without being able to rent them in the future, then it is my will, that its use be only for the Natives in their respective Villages. Given in my general Barracks of Guadalajara on December 5, 1810. Miguel Hidalgo Ordered by H[is] H[ighness] Generalisimo Lic. Ignacio Rayon Secretary sdct Hidalgo's Disputed Retraction 18 May 1811. El Br. D. Miguel Hidalgo, Cura de Dolores, A TODO EL MUNDO ¡Quien dará agua á mi cabeza, y fuentes de lágrimas á mis ojos! ¡Quien pudiera vertir por todos los poros de mi cuerpo la sangre que circula por sus venas, no solo para llorar dia y noche los que han fallecido de mi pueblo, sino para bendecir las interminables misericordias del Señor! ¡Mis clamores debian exceder á los que dió Jeremias, instruido por el mismo Dios, para que levantando á manera de clarin sonoro la voz, anunciara al pueblo escojido sus delitos, y con sentimientos tan penetrantes, debia convocar al orbe entero á que vieran si hay dolor que se iguale á mi dolor! Mas ¡ay de mí! ¡que no puedo espirar hablando y desengañando al mundo mismo de los errores que cometí! Mis dias ¡con que dolor los prefiero! pasaron veloces: mis pensamientos se disiparon casi en su nacimiento, y tienen mi corazon en un tormento insoportable. La noche de las tinieblas que me cegaba se ha convertido en luminoso dia, y en medio de mis justas prisiones me presenta, como á Antioco, tan perfectamente los males que he ocasionado á la América, que el sueño se he retirado de mis ojos, y mi arrepentimiento me ha postrado en una cama: aqui veo no muy lejos el aparato de mi sacrificio, exhalo cada momento una porcion de mi alma, y me siento morir de dolor de mis excesos, mil veces ántes que poder morir una sola vez: distante no mas que un paso del tribunal Divino, no puedo menos que confesar con los nácios de la Sabiduría; luego erramos y hemos andado por caminos difíciles, que nada nos han aprovechado: veo al Juez Supremo que ha escrito contra mí causas que me llenan de amargura, y que quiere consumirme por solo los pecados de mi juventud. ¿Cual será, pues, mi sorpresa, cuando veo los innumerables que he cometido como cabeza de la insurreccion? ¡Ah, América, querida patria mia! ¡Ah, americanos mis compatriotas, europeos mis progenitores! compadeceos, compadeceos de mí. Yo veo la destruccion de este suelo, que he ocasionado: las ruinas de los caudales que se han perdido, la infinidad de huérfanos que he dejado,la sangre que con tanta profusion y temeridad se ha vertido, y to que no puedo decir sin desfallecer, la multitud de almas que por seguirme estarán en los abismos. Ya veo que si vosotros, engañados insurgentes, quereis seguir en las perversas máximas de la insurreccion, mis reatos se aumentarán, y los daños, no solo para la América sino para vosotros, no tendrán fin. La santidad de nuestra religion que nos manda perdonar y hacer bien á quien nos hizo mal, me consuela, porque espero que os compa ---cereis de mí, perdonóndome unos hasta el menor daño que os he inferido, y librándome vosotros, insurgentes, de la responsibilidad horrible de haberos seducido. Cierto de las misericordias del Señor, lo que me aflije son estos perjuicios que he originado, y suplico encarecidamente que no sigan: vosotros ya to sabeis, os habeis de ver ó en un momento sábito que de improviso os traslade al tribunal de Dios, ó en los que S. M. me concede para mi desengaño: y si entónces habeis de llorar vuestros errores, si entónces habeis de confesar to que yo os digo, creedme desde este instante, practicad las máximas verdaderas de quien se halla desengañado y convencido: honrad al rey, porque su poder es dimanado del de Dios: obedeced á vuestros prepósitos, constituidos por su soberanía porque ellos velan sobre vosotros como quienes han de dar cuenta al Señor de vuestras operaciones. Sabed que el que resiste á las potestades legítimas, resiste á las órdenes del Señor: dejad, pues, las armas; echaos á los piés del trono, no temais ni las prisiones ni la muerte; temed, sí, al que tiene poder despues que quita la vida al cuerpo, de arrojar la alma á los infiernos. ¡Dichoso yo, felices y venturosos vosotros, si me dais este consuelo! Exterminada la insurreccion, perdonado de mis excesos, con especialidad de los que haya cometido contra la religion y sus ministros, contra el respeto de sus jefes, pastores é inquisidores, como sumisamente to suplico, ¿con que satisfaccion me arrojaré en los brazos de un Dios, que si como justo debe sentenciar, como padre piadosísimo me llama y me dá tiempo para que desengañando al mundo y arrepintiéndome, se vea en la suave precision de decidir mi eterna suerte, segun las promesas que nos ha hecho de que en cualquier dia que se convierta el pecador, echará en perpetuo olvido todas sus iniquidades? Estas prisiones que me ligan y que beso con reconocimiento, me convencen de que si él no me hubiera ayudado, ya habitara mi alma en los infiernos. El horror con que se me presenta la sangre que por mí se ha derramado, y la devastacion de este florido reino, no puedo negar son aquellos auxilios con que ponia á la vista de Israel to malo y amargo que es haberle dejado: no, no son los tormentos del abismo los que me perturban, porque son mayores las culpas con que los merecí. Si un Dios, infinito en sus perfecciones, toleró to que es mas que el mismo infierno, ¿por qué no he de recibir gustoso to que merezco, en satisfaccion de su justicia, como no me prive de su amor? Ni aun estos suplicios me aterran á presencia de sus misericordias: sé que el dia que un pecador se arroja á sus pies, se regocija todo el cielo: sé que él es el mismo que á la oveja perdida cuando la encuentra, no la pone al arbitrio de los lobos, sino que amoroso la coloca sobre sus hombros, y que al hijo que habia sido el oprobrio de su familia, to recibe con ternuras tan singulares, que puede causar envidia á sus hijos mas sumisos: toda la falta de mis méritos la suple con superabundancia la sangre que vertió y ofreció por mí.-Sed, pues, testigos todos los que habitais el orbe; sedlo todos cuantos habeis cooperado á mis excesos, de que si ingrato y ciego me precipité, injurié al Omnipotente, al soberano, á los europeos y americanos, quisiera deshacer mis yerros con otras tantas vidas, cuantas ha producido, producirá y puede producir el brazo del Señor: quiero morir y muero gustoso porque ofendí á la Majestad Divina, á las humanas y mis prójimos: deseo y pido que mi muerte ceda para gloria de Dios y de justicia, y para testimonio el mas convincente de que debe cesar al momento la insurreccion, concluyendo estas mis últimas y débiles voces con la protesta de que he sido, soy y será por toda la eternidad, catálico cristiano, que como tal creo y confieso cuanto cree y confiesa nuestra Santa Madre Iglesia: que abjuro, detesto y retracto cualquiera cosa que hubiese dicho en contra de ello, y que por último espero que las oraciones de los fieles de todo el mundo, con especialidad de los de estos dominios, se interpongan para que dándome el Señor y Padre de las misericordias una muerte de amor suyo y dolor de mis pecados, me conceda su beatífica presencia-Chihuahua, Real Hospital, y Mayo 18 de 1811.--- -Miguel Hidalgo.---Sr. comandante general D. Nemesio Salcedo.----El Br. D. Miguel Hidalgo, contenido en el anterior, suplica á V. S. que por un efecto de su bondad, reciba y circule por todas partes mi precedente satisfaccion, para deescargo de mi conciencia----Real Hospital, y Mayo 18 de 1811. Miguel Hidalgo. sdct
The Br. D. Miguel Hidaldo, Priest of Dolores, TO THE ENTIRE WORLD. Oh that someone would give water to my head and fountains of tears to my eyes! Or that someone even now would shed the very blood that flows through my pores [veins], not only [do I] weep day and night for those of my countrymen who have died, but weeping can only bless the unending mercies of The Lord. My cries by right ought to exceed those made by Jeremiah, who was instructed by God Himself when he lifted up a clear sound, a trumpet voice announcing to the chosen people their crimes. With penetrating deep feelings, oughten to be gathered the Entire Globe, and see if perchance any grief [pain] is as equal to the one I bear. Oh woe is me. That I can not burst forth speaking and undo the wrong I've done to the same world the errors I've committed. My days, each one I prefer to live in pain. How soon they pass: My thoughts dispel into nothing as soon as they are born, and my heart is in unbearable torment. The night of darkness that blinded me has been turned into luminous day, and in the midst of my deserving prisons that I find myself, like Antioch, how completely are the evils that I have brought upon America, now that the dream has now been lifted from my eyes, and my repentance has prostrated me upon my bed: here I can now see not far away the device which will be used for my execution, I exhale each moment a portion of my soul, and I feel that my pain is causing my death, a thousand times before I at last shall die: not far away, just a step is the Divine Tribunal, I can only confess with the foolish about Wisdom; how soon we erred, and we have walked in difficult paths, which has profited us nothing: I see the Supreme Judge has written against me causes that have filled me with bitterness, and that He also wants to consume me for the sins of my youth. What a shock it will then be when I see the innumerable throng that I have slaughtered as head of their insurrection? Oh, America, my dear father land. Oh Americans, my patriots, Europeans my progenitors! Have compassion upon me. Be Compassionate of me. I see the destruction upon the land that I have brought to pass. The ruins of the plantations that have been lost, the infinite number of orphans I have caused, the blood that has been spilt profusely and fearlessly, and what I cannot fail to say, the multitude of souls because they followed me will all be in the abyss. I see that if you, foolish insurgents, want to follow the perverted truths of the revolution, my need to atone will only increase and their will be no end to the damage not only for America but also for you. The holiness of our religion that demands that we forgive and do good to those who do us evil, consoles me. Because I trust that you will have compassion on me, forgiving me the damage I have caused, and releasing me insurgents, from the horrible responsbility for having seduced you. Certain of the mercies of The Lord, what afflicts me all the more are the prejudicies I have begat, and I beg with my utmost that you do not continue: you know so well, either in a twinkling of a moment I shall be carried to the Tribual of God, or that His Majesty might give me the right to make right my wrong. And if then you must weep for your errors, if then you have confessed what I hereby now tell you. Believe me at this very moment, and practice the truths of one who has righted his ways from wrong, and is fully convinced: honor the king, because His power comes from God. Obey your community leaders, [priests] constituted by sovereignty because they watch over you as those who must give account to the Lord for your affairs. Know therefore that he who resists legitimate authorities, resists the ordinances of The Lord. Lay down your arms. Cast them at the feet of the throne. Do not fear neither prison nor death. Fear rather, Yes, Him that has power after death of the body, to throw the soul into Hell. How blessed and happy I would be. and how kind this would make my consolation. End the revolution now, forgive my excesses, and especially those I have personally committed against religion and it's ministers, against the respect of leaders, pastors and inquisitors, as I humbly beg now. With what satisfaction will I be able to fall into the arms of God, if as I justly need to pay my sentence. As a pious priest they call me, and give me time to make right my evils to the world, in repentance, and see in the softness and precision of my decision of my eternal fate, according to the promises that the day the sinner repents, his sins will be cast into the sea of forgetfulness. These prison walls that confine me I kiss in acknowledgement, they convince me that if it had not been with the help [of these prison walls] that my soul would now already be in Hell. What horror now I realize the blood that has been shed because of me, and the ruining of a flourishing Kingdom, I cannot deny these are the things that help me look unto Israel, the bad and bitter it is to now to leave it all. No, not at all the torments of the abyss that haunt me is the guilt I now bear, and rightfully so I deserve. If a God, in all of His Perfectness, could tolerate even Hell itself, then why should I not be willing with joy to receive my due punishment, in satisfaction of His Justice, for He will not withhold His Love. Not even these petitions I now make fill me with terror at the presence of His Mercies. I know that the day that the sinner bows at his feet, all Heaven rejoices. I know that He is the One who finding a lost sheep, does not put it out for wolves to decide what shall become of it. But lovingly he places the lamb upon his shoulders, and that son which brought reproach upon his family, He receives with tenderness so unique, that could cause envy to the sons who have been obedient and submissive. All of my lack of merits He supplies with superabundance [in] the blood he shed when He offered Himself in my behalf. You therefore be now my witnesses all you inhabitants of the globe [Earth], Be witnesses all you who likewise that have participated in my excesses. I have been ungrateful and blind, I went ahead before it was time. I cursed the Omnipotent and Almighty, the Europeans and the Americans. I yearn to undo the acts I've committed taking so many lives, how many have perished, and can produce the Arm of the Lord. I want to die, and die gladly, knowing that I have offended Divine Majesty, my fellow humans, my neighbors. I desire and ask that my death will be for the Glory of God and Justice, and for the testimony, and convincing others to stop at this very moment the revolution, concluding the same with these words and weak voices with the response I have given. I am and will always be through eternity a Catholic Christian, and as such I confess and believe in the Holy Mother Church, and I swear and make an oath, retracting any words I have spoken against her. And lastly, I hope that the prayers of the faithful of the whole world, but especially those who live in this region, would commend me to The Lord and Our Father of Mercies for His Love and the grief of my sins. That He would place me in His Presence. Chihuahua, Royal Hospital, May 18, 1811 Miguel Hidalgo, Mr. Commander General D. Nemesio Salcedo. The Br. D. Miguel Hidalgo, contained in the afore mentioned, asked that His Majesty that by reason of his goodness, he receive and widely circulate this statement with contentment, so that my conscience may be relieved. Royal Hospital, May 18, 1811. Miguel Hidalgo. sdct SONS OF DEWITT COLONY TEXAS |